En el comercio digital actual, la capacidad de procesar pagos de forma eficiente y segura no es un proceso secundario, sino uno de los procesos más críticos y estratégicos para impulsar la rentabilidad de un negocio.
Para el consumidor, completar una transacción en línea parece una tarea cada día más sencilla. Sin embargo, para lograr esto, los comercios lidian con múltiples desafíos complejos: habilitar integraciones con múltiples proveedores de pago, mantener una operación estable sin contracargos y, simultáneamente, mantener niveles saludables de aceptación de pagos.
Cada transacción fallida es una venta perdida y un golpe a la búsqueda continua de maximizar resultados. Según LexisNexis, los pagos rechazados podrían costarle a los negocios globales $118 mil millones en pérdidas cada año.
A su vez, la demanda por experiencias de compra fluidas y sin fricciones agrega presión a los líderes de comercios, quienes también deben encontrar nuevas formas de evolucionar y adaptarse a nuevas tendencias tecnológicas de pagos, sin incurrir en sobrecostos.
En este contexto de desafíos, la orquestación de pagos emerge como una solución integral para transformar la complejidad en eficiencia, transparencia y crecimiento.
Un orquestador es un sistema de control de tráfico que enruta inteligentemente las transacciones entre múltiples actores del ecosistema de pagos (adquirentes, procesadores, medios de pago alternativos, anti-fraudes, etc.) en beneficio de la rentabilidad y los requerimientos de negocio, ¿cómo sucede esto?
En un contexto en el que en México se rechazan entre el 30% y el 35% de los pagos en línea (AMVO), un orquestador de pagos entrega la capacidad de generar rutas de pago optimizadas con base a reglas o parámetros definidos por el negocio (monto de la transacción, tipo de productos en el carrito, localización del cliente, entre otros). Esta flexibilidad permite:
Un orquestador de pagos elimina la complejidad operativa de trabajar con múltiples proveedores por separado y son un recurso crítico para tratar la información “fragmentada”. Estas plataformas centralizan la información transaccional, brindando acceso a data consolidada y homologada para efectuar conciliaciones automáticas sin esfuerzo manual.
Esta capacidad toma aún más importancia cuando se toma en cuenta que, según PWC, las empresas pueden dedicar hasta un 30% de su tiempo a la conciliación manual de datos.
Con las plataformas de orquestamiento de pago, las empresas obtienen trazabilidad “punta a punta” de todos los eventos relacionados con cualquier transacción, y pueden utilizar filtros y herramientas de búsqueda para rastrear transacciones y sus eventos asociados. Con esta facilidad, las compañías pueden tomar decisiones más ágiles e informadas.
Una infraestructura de pagos como DEUNA permite simplificar y centralizar, con una sola integración, +200 proveedores de servicios de pago, adquirentes, medios de pago alternativos y proveedores anti-fraude a punta de clicks, sin esfuerzo técnico.
Por ejemplo, en América Latina, hay cientos de formas de pago que varían según el país y las preferencias del consumidor. Con un orquestador, las empresas pueden expandir su alcance geográfico habilitando métodos de pago relevantes en cada mercado sin habilitar y mantener múltiples integraciones.
De esta manera, se completa un círculo virtuoso para los negocios, con más transacciones aprobadas, menos fraude y una menor inversión relacionada a integraciones y al procesamiento de transacciones.
“En DEUNA, como la plataforma unificada para simplificar pagos globales, nuestro compromiso es seguir ayudando, como lo venimos haciendo, a empresas en los mercados más dinámicos de e-commerce en México y Latinoamérica, como retail, entretenimiento y aerolíneas, que aún no han alcanzado su máximo potencial. Nuestro objetivo es claro: reducir costos, maximizar ingresos y contribuir al crecimiento de un ecosistema de e-commerce más robusto en la región", comentó Matias Rodríguez, General Manager y VP de Ventas de DEUNA.